a dónde van nuestros besos,
los que no nos dimos,
los sueños
las risas,
las fotos y las miradas.
¿hay un lugar para dejar los restos?
las noches mirando la luna,
andando en bicicleta,
corriendo tormentas,
buceando sin miedo,
espalda con espalda, hablándonos.
¿a dónde van las palabras
que sostuvimos con la mirada?
las que vivimos con el cuerpo,
las que escribí en mi cuaderno y nunca supiste,
nuestras llamadas a la madrugada.
¿qué pasa con eso?
además de sedimentarse
caer como lluvia,
y empaparme por completa de recuerdos.
ya no somos los mismos,
pero siento que hay algo de vos
que quedó conmigo:
me enseñaste a ser valiente con la tristeza
a que no me dé vergüenza decir lo que siento
a poder expresarme mejor cuando tenía un problema,
y así buscar la solución.
me enseñaste a escuchar mejor,
a no ser egoísta, y pensar en las personas que quiero
a no tener miedo
a no posponer tanto mis sueños (gracias por eso).
tu vida cambió por completo la mía,
no podría olvidarme de todo esto,
ni dejar de pensar en lo genial que fue haberte conocido.
(ya no me interesa rimar las palabras ni adornarlas)
ya no sé a dónde va todo lo que pensamos juntos
sé que aprendí mucho con vos
no sé cómo decirte adiós,
y era yo la que tenía miedo.
toda la tristeza me nubló los ojos,
y no pude darme cuenta
lo mucho que te extraño en mi vida.