a veces siento que se me agotan las ideas
y las excusas para hablarte.
cuando digo tu nombre
y de lejos suena un eco,
que me devuelve las palabras
sin respuesta
es tan fácil caer,
que el orgullo me inunda
y prefiero extrañarte sin decirlo
porque tal vez no haya tiempo
para extrañar
la indiferencia
pesa lo mismo que un golpe,
para el corazón que busca y no encuentra
no sé cómo me confundí tanto
y dejé que la tristeza me consumiera
que el silencio valga más que el abrazo
y la distancia me diera igual.
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