Mientras reíamos sentados ahí, en la orilla del lago
espalda con espalda,
dejaste caer tu cabeza en mi hombro,
buscando estrellas y formas de comunicarnos.
el silencio no era incómodo,
sino más bien un puente
que acercaba mis manos a las tuyas.
mientras llovía el tiempo,
.
.
el silencio no era incómodo,
sino más bien un puente
que acercaba mis manos a las tuyas.
mientras llovía el tiempo,
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volved
ResponderEliminarGracias por leer siempre volveré ❤️
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