mientras

 Mientras reíamos sentados ahí, en la orilla del lago

espalda con espalda, 

dejaste caer tu cabeza en mi hombro,

buscando estrellas y formas de comunicarnos.
el silencio no era incómodo,
sino más bien un puente
que acercaba mis manos a las tuyas.
mientras llovía el tiempo,
.
.

Ana.

No me sueltes, tengo miedo -me dijo-
Pensaba en decirle algo, pero las palabras en ese momento sobraban. Tomé su mano y me quedé ahí. Toda una tarde -una de sus últimas tardes-
todavía te veo sonriendo en mis recuerdos.

A veces frágil

Tal vez sea necesario exiliar los recuerdos ya vencidos
sacar este miedo que no me deja ser libre
sumergirme en otra realidad para darme cuenta
que lo complicado del asunto era yo, que dolía más ver un niño descalzo
quiero vomitar este egoísmo y con éste mi tristeza muda
las palabras que no dije -y que no diré-
vos te diste cuenta y me preguntaste
¿que te pasa?
y estuve ahí, frágil, con ganas de desmoronarme
para rearmarme en un (tu) abrazo,

cuando nos reímos juntos me olvido de todo lo demás,
es tan extraño lo nuestro, como esos silencios que a veces quedan, como puntos suspensivos que llevan a un beso.
y es ahí, cuando me miras, que se derriban mis muros, dejo el cajón de mis miedos, y me convierto en  canciones que brillan cada vez que te veo