martes, 20 de octubre de 2020
La casa sin ventanas
Había una vez un silencio que caminaba por los pasillos de una casa sin ventanas. Sabía de música, de despedidas, y de verdades. No era muy alto, ni peligroso, tenía un rostro de muchas caras.
Un día pasé por la vereda y al ver la casa, quise saber por qué no tenía ventanas. Tal vez había sido construida por el viento, o por alguien alérgico al sol.
Así fue que entré, y me encontré con él, me devolvió en en su mirada mi reflejo de niña.
Y no me reconocí al mirarla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)